Josep Maria Sert i Badia, Barcelona, (1874-1945). Dibujo sobre papel. Perfecta conservación. Año realización 1912. Inscripción al lado derecho superior con la firma i la fecha. SERT fue un pintor que destacó principalmente como muralista, recibiendo numerosos encargos de decoración tanto de edificios públicos como privados, con un notable éxito internacional.
En 1899 se trasladó a París, donde entró en contacto con el grupo nabí, especialmente con Maurice Denis. En la capital francesa consiguió un primer éxito con el encargo del decorador Siegfried Bing de unos plafones decorativos para el pabellón que su establecimiento L'Art Nouveau había montado en la Exposición Universal de París de 1900. Ese mismo año recibió el encargo para decorar la Catedral de Vich, y Sert hizo un viaje ese verano por Italia para conocer las grandes obras de la decoración mural. Desde entonces, Sert estuvo a caballo entre Barcelona y París, así como numerosos lugares de todo el mundo en que eran requeridos sus servicios.
Sert desarrolló una iconografía pintoresca, de tipos populares, con figuras gigantescas, titánicas, musculosas, en un tono sublime, monumental, grandilocuente. En los años 1920, por su contacto con los Ballets Rusos, se vinculó con el art déco, corriente de moda en aquel momento, donde destacó por su exotismo y su representación de motivos primitivos, introduciendo en ese estilo internacional el gusto por las representaciones regionalistas españolas. En los años 1930 destacó en su obra la temática mediterránea, realizada dentro de un estilo neobarroco. Hacia el final de su obra se centró principalmente en la representación de la figura humana, sin apenas fondos decorativos.