Los Caprichos de Goya
GoyaFrancisco José de Goya y Lucientes creó una serie de grabados donde satirizaba sobre la sociedad y el clero de finales del siglo XVIII y que puso por título: Los Caprichos y se llegó a editar una docena de veces.
Los Caprichos de Goya consta de 80 grabados realizados en técnica mixta de aguafuerte, aguatinta y con retoques de punta seca y buril donde pueden verse personajes con fisonomías deformadas y animales fantásticos que representan los defectos y vilezas humanas.
Francisco de Goya. Los Caprichos nº 60. Ensayos. Grabado sobre papel (c. 1970)
Ensayos es uno de los pocos grabados de Los Caprichos que Francisco de Goya firmó. Se publicó por primera vez en 1799 y en un manuscrito conservado en la Biblioteca Nacional de Madrid que trata de explicar la lámina, dice: Dejar las labores del sexo; regañar continuamente los casados; robar y estar siempre como gatos, son ensayos y principios de cabronería.
Goya quiso denunciar los abusos de la iglesia, las maldades de la Santa Inquisición, la corrupción del Estado, las supersticiones, las pantomimas de la aristocracia y el sistema educativo y lo hizo con sátira y sorna. El Capricho nº1 corresponde a un autorretrato de Francisco de Goya publicado en 1799 en actitud de observador que hace gala de una mirada penetrante y aguda inteligencia.
Francisco de Goya. Los Caprichos nº 61. Volavérunt. Grabado sobre papel (c. 1970)
Volavérunt se publicó por primera vez en 1799 y la explicación en el manuscrito conservado en el Museo del Prado de esta lámina dice: El grupo de brujas que sirve de peana a la petimetra, más que necesidad, es adorno. Hay cabezas tan llenas de gas inflamable, que no necesitan para volar ni globo, ni brujas.
Los Caprichos de Goya disponibles en Subasta Real esta semana, como el nº 63, son los correspondientes a los campesinos que Goya retrató transportando la pesada carga de nobles y clero y que representó a éstos como asnos. Un refrán popular decía “Tú que no puedes, llévame a cuestas” que da cuenta de la incapacidad e impotencia del pueblo para los abusos y abusadores.
Francisco de Goya. Los Caprichos nº 62. ¡Quién lo creyera! Grabado sobre papel (c. 1970)
¡Quién lo creyera! se publicó por primera vez en 1799 y varios manuscritos contemporáneos han intentado explicar esta lámina. El que se conserva en el Museo del Prado, autografiado por Goya dice: “Ve aquí una pelotera cruel sobre cuál es más bruja de las dos: quién diría que la petiñosa y la crespa se repelaran entre así: la amistad es hija de la virtud; los malvados pueden ser cómplices, pero amigos, no”.
El Capricho de los números 62, 65 y 68 estaban dedicados a las brujas y a la brujería. Está considerado una de las series más originales del conjunto, donde Goya desarrolló un mundo de seres misteriosos y demoníacos de desbordante fantasía e imaginación.
Francisco de Goya. Los Caprichos nº 63. ¡Miren qué graves! Grabado sobre papel (c. 1970)
¡Miren qué graves! se publicó por primera vez en 1799 y el manuscrito que explica esta lámina y que se conserva en la Biblioteca Nacional dice: No se ven en el mundo más que monstruosidades: dos fieras monstruosas llevan a cuesta a dos personas: el uno da por ser valiente, pero ladrón; el otro por fanático, pero salvaje. Tales son los Reyes y Principales magistrados de los pueblos; y con todo esto los llaman de lejos; les aclaman y les confían el gobierno.
Goya conoció gracias a Leandro Fernández de Moratín, los absurdos e inverosímiles detalles del caso de las brujas de Zugarramurdi, que fueron condenadas por la Inquisición en el año 1610.
Francisco de Goya. Los Caprichos nº 64. Buen viaje. Grabado sobre papel (c. 1970)
Buen viaje se publicó por primera vez en 1799 y en el manuscrito que se conserva en el Museo del Prado y que explica esta lámina dice: ¿Adónde va esta caterva infernal dando aullidos por el aire entre las tinieblas de la noche? Aun si fuera de día, ya era otra cosa, y, a fuerza de escopetazos, caería al suelo toda la gorullada; pero como es de noche nadie las ve.
La primera serie de los Caprichos se terminó el 17 de enero de 1799 y una de las primeras personas en adquirirla fue la duquesa de Osuna. El temor por lo que podía llegar a hacerle la Inquisición a Goya, debido al mensaje crítico de estos grabados, hizo que el artista regalara en 1803 todas las planchas y series disponibles al rey Carlos IV.
Francisco de Goya. Los Caprichos nº 65. ¿Dónde va mamá? Grabado sobre papel (c. 1970)
¿Dónde va mamá? se publicó por primera vez en 1799 y en el manuscrito que se conserva en la Biblioteca Nacional dice sobre él: La lascivia y embriaguez en las mujeres traen tras de sí infinitos desordenes y brujerías verdaderas.