Victor Vasarely: El Maestro de la Cinética y el Op-art

Litografías

El 9 de abril de 1906, en la ciudad húngara de Pécs, nacía un artista que marcaría una huella indeleble en el mundo del arte moderno: Victor Vasarely. Su vida y obra se convertirían en un viaje de innovación, experimentación y búsqueda constante de la interacción entre las formas geométricas y el movimiento visual. Vasarely se convertiría en uno de los inventores de la cinética, una corriente artística que busca transmitir la ilusión de movimiento mediante la geometría y la interacción óptica.

Victor Vasarely. "Voeroech". Litografía sobre papel Japón. Firmada a lápiz y numerada VIII/LXX (1986)

A pesar de sus inicios en la medicina, Vasarely pronto sintió la llamada del arte y se unió a la academia M?hely en Budapest en 1928. En este momento, la escuela de arte estaba impregnada de los principios del movimiento Bauhaus, que influyeron profundamente en su desarrollo artístico. Bajo la tutela de Alexander Bortnyik, Vasarely tuvo su primera exposición a la abstracción, un elemento que marcaría el rumbo de su carrera.

En 1931, Vasarely se trasladó a París y se convirtió en artista gráfico para la agencia de publicidad Havas. Fue en la Ciudad de la Luz donde comenzó a explorar la abstracción geométrica y, finalmente, lo que se conocería como Op-art o arte óptico. La influencia de artistas como Piet Mondrian fue palpable en su obra, pero Vasarely pronto encontraría su propio estilo distintivo.

Se dice que su inspiración vino de una fuente inusual: los guijarros del Golfo de Vizcaya. Estas formas ovoides le sugirieron una representación del universo que lo guiaría durante muchos años. En 1944, expuso sus primeras pinturas poscubistas en la galería de Denise René, marcando su nacimiento artístico. La obra de Vasarely, con sus formas geométricas repetitivas, ilusiones de movimiento y colores vibrantes, desafió la percepción visual de los espectadores.

Victor Vasarely. "Zebra nº3". Litografía sobre papel archés. Firmada a lápiz y numerada 5/125 (1984)

Algunos quedaron fascinados, mientras que otros se alejaron de ella para escapar de las náuseas que sus obras podían provocar. La radicalidad y el juego con la mirada del público se convirtieron en elementos distintivos de su estilo. Sin embargo, a medida que avanzaba la década de 1960 y 1970, el trabajo de Vasarely ganó reconocimiento y se consolidó como un exponente principal del Op-art.

Su arte, aunque radical, se volvió accesible y atrayente, reflejando una ciencia divertida. En este apogeo de su carrera, Vasarely se aventuró más allá de las galerías de élite y buscó llevar su arte al público en general. En 1968, creó el "Anillo de Velocidad" para los Juegos Olímpicos de Grenoble. Su fama también llegó al mundo de la música cuando el músico británico David Bowie utilizó una de sus pinturas para la portada de su icónico álbum "Space Oddity" en 1969.

Vasarely, ya como ciudadano francés, dejó su marca en la cultura pop al rediseñar el logotipo de la marca Renault en 1972. Además, diseñó la fachada de la sede de la radio RTL de París. Su influencia en la política y el poder fue evidente cuando creó un retrato del presidente Georges Pompidou que se exhibió en el Centre Pompidou de París. En 1971, Victor Vasarely fundó su propia fundación con el objetivo de acercar el arte a la sociedad.

Victor Vasarely. "Zebra nº2". Litografía sobre papel Japón. Firmada a lápiz y numerada L/L (1984)

Esta fundación se dividió en dos áreas complementarias: un museo didáctico en Gordes, en el Lubéron francés, y un centro arquitectónico en Aix-en-Provence, conocido como la Fondation Vasarely. Desafortunadamente, la mala gestión financiera y los problemas de herencia afectaron la imagen de la fundación y del edificio en Aix-en-Provence. Sin embargo, en años recientes, este edificio ha sido objeto de una importante restauración, y el interés en la obra de Vasarely ha resurgido.

Hoy en día, Victor Vasarely es considerado uno de los precursores del arte digital y sus obras se exhiben en los principales museos europeos. Su legado perdura en las mentes de aquellos que fueron desafiados por sus ilusiones ópticas y su búsqueda incansable de movimiento en el arte. A través de su obra, Vasarely logró llevar color y alegría a las ciudades grises del mundo y sigue inspirando a generaciones de artistas y amantes del arte.