Cómo cuidar nuestras obras de arte

Litografías grabado Pinturas al óleo Joan Josep Tharrats Salvador Pérez Bassols Lluís Pera Miquel Plana Corcó Boris Kert Albert Porta "Zush" Ramón Pujol Boira

En Subasta Real sabemos que comprar una obra de arte no acaba cuando finaliza la transacción económica. Conservar la obra de arte en magníficas condiciones sigue siendo parte de nuestro compromiso para poder dejar nuestro legado a futuras generaciones y si es en las mejores circunstancias, ¡mucho mejor! A continuación, os dejamos alguna de las recomendaciones para cuidar nuestras obras de arte:

Grabados

Ramón Pujol Boira. Grabado sin título 1/25

Los grabados son obras de arte talladas con una herramienta incisiva (cuchillas, buriles, gubias o punzones) sobre una plancha rígida de metal (huecograbado, fotograbado, mezzotinta, aguafuerte, aguatinta, offset, litografía), madera (xilografía), linóleo (linografía) o piedra (litografía) que recibe el nombre de matriz. Gracias a una técnica de presión y el uso de tintas aplicadas sobre el relieve terminado, se reproduce la estampación en otra superficie “absorbente” como el papel o el tejido.

Albert Porta "Zush". Litografía numerada a mano A 607/1000 y firmada en plancha (1999)

Cómo conservar un grabado

La luz es el principal enemigo de los grabados: amarillea el soporte de papel de la obra y decolora la tinta o pigmentos. Por ese motivo hay que evitar la luz de los rayos solares, las bombillas halógenas y los tubos fluorescentes, con un vidrio o filtro con protección de rayos ultravioletas ya sea aplicado en las ventanas o en el marco. Los grabados en blanco y negro no deberían sufrir más de 150 lux y los grabados a color 50 lux.

Joan Josep Tharrats. Grabado sin título I/XXV

La temperatura de conservación adecuada para proteger un grabado se encuentra entre 18 y 20º C, mientras que el grado de humedad no debería variar del 50% de Humedad Relativa (en obras realizadas en metal la HR baja al 30%). Cualquier alteración causaría que el papel se ondulara o aparecieran hongos. Se recomienda utilizar un paspartú para que el vidrio del enmarcado no toque la obra.

Las temperaturas superiores a 35º C y más de 65% de humedad relativa favorecen la proliferación y el crecimiento de colonias de hongos y microorganismos que debemos evitar a toda costa.

Acuarelas

Boris Kert. "Valaam. St. Petesbourg". Acuarela firmada a mano (1993)

En las acuarelas se utilizan capas transparentes de colores diluidos en agua o mezclados con diferentes sustancias: goma arábiga para darle cuerpo y glicerina o miel para darle mayor viscosidad. Las zonas sin pintar y que permiten ver el color blanco del papel o tela que sirve de soporte, ayuda a dar luminosidad y obtener efectos en el dibujo.

Miquel Plana Corcó. "Mercat del Ram. Vich". Acuarela firmada a mano

Cómo conservar una acuarela

Al igual que los grabados, las acuarelas deben protegerse de la luz y la humedad ambiental que afectarían irreversiblemente a la intensidad de los pigmentos y por tanto al color. Deben exhibirse alejadas de radiadores, ventanas y de cualquier fuente de luz o de calor y protegidas con filtros y vidrios con protección a la radiación ultravioleta. Dada la fragilidad de las acuarelas, los expertos recomiendan que sean manipuladas con guantes de algodón y guardadas en horizontal en carpetas con materiales libres de ácido y separadas con papel transparente de seda. Las acuarelas no deberían sufrir exposiciones superiores a 50 lux.

Pinturas al óleo

Lluís Pera. Óleo sin título

Las pinturas al óleo se realizan con una mezcla de pigmentos con un aglutinante a base de aceite. Entre el siglo XIV y el siglo XV el aceite más empleado era el aceite de linaza, para la imprimación se aplicaban varias capas de cola animal y yeso y para finalizar se podían incluir capas muy delgadas de pintura diluida en barniz o trementina: eran las veladuras de color sobre la base seca, de forma que se transparenta la capa inferior.

Salvador Pérez Bassols. Óleo sin título

Cómo conservar un óleo

Debemos evitar los rayos del sol y cualquier tipo de luz que pueda encontrarse cerca de la obra, así como la humedad excesiva. En el caso del óleo además uno de los factores de riesgo es la contaminación ambiental y el polvo. Dada sus características grasas, la pintura al óleo atrae en mayor medida las partículas de polvo oscureciendo los colores y acelerando su envejecimiento. Una limpieza periódica con un pincel de cerdas suaves, nos ayudará a evitar que se acumule el polvo corrosivo. Las pinturas al óleo no deberían sufrir exposiciones superiores a 200 lux.

Vale la pena recordar que el deterioro o la mala conservación de una obra de arte puede implicar su devaluación económica, así que su cuidado y conservación nos beneficia.