Juan Gris: La brevedad de una vida y la grandeza de una obra

Juan Gris

En la mente de cualquier amante de la pintura, de la palabra “cubismo” emerge el nombre de Juan Gris, a la vez que dicho nombre evoca multitud de imágenes surgidas del pincel y los materiales de este gran artista nacido un 23 de marzo del año 1887. Parece como si la tendencia pictórica hubiera germinado en las entrañas figurativas, no de José Victoriano González-Pérez (el hombre) sino de Juan Gris (el artista, el pintor, el creador).

Tan solo 40 años duró su vida, pues falleció el 11 de mayo de 1927 en Francia por culpa de una salud ya deteriorada por la bronquitis y fuertes ataques de asma. Poco tiempo tuvo para enriquecer el acervo pictórico con la plasticidad de una obra eminentemente sugestiva.

Vender los cuadros o reproducciones de tan singular pintor en cualquier sala de subasta de arte o subasta de arte online, debe ser todo un placer. Por otro lado, sus obras se reproducen con técnicas actuales. Otros pintores como Dalí , Miró  o Tàpies  también han experimentado con ellas. Nada hay tan gratificante como comprar y vender cuadros, esculturas, obra gráfica, serigrafía, grabado o litografía de alguno de los grandes.

Y uno de los grandes fue Picasso, a quien también conoció Juan Gris, vivió con él e, incluso, llegó a retratarlo. El encuentro de ambos tuvo lugar, precisamente, en su pasión por la tendencia pictórica denominada cubismo. Después de unos años, tanto sus vidas como sus estilos artísticos se separaron; Picasso evolucionó hacia otros derroteros artísticos, mientras que Juan Gris permaneció fiel a su propia interpretación de la realidad. En París no solo conoció a Picasso, también a los pintores Georges Braque, Amadeo Modigliani y Fernand Léger; a los poetas Guillaume Apollinaire, Max Jacob y Pierre Reverdy; al crítico de arte Maurice Raynal; así como a los mecenas y marchantes Gertrude Stein, Daniel-Henry Kahnweiler y Clovis Sagot.

Los primeros cuadros representan naturalezas muertas e, incluso, algunos paisajes. En estas composiciones predomina cierta monocromía de ocres y grises. Una de sus aportaciones al cubismo consistió en el desarrollo de la técnica denominada “papier collé”. La utiliza en la composición de su obra “Vasos, periódico y botella de vino”, entre otras. Dicha técnica consiste en pegar sobre un lienzo recortes de papel y cartón combinándolos con la pintura al óleo. De todos modos, empezó cultivando el cubismo analista para cambiar de rumbo después, hacia el cubismo sintético más filosófico, intelectual y colorista.

Esta última fase representa la cima, el culmen de su obra. En ella, la idea del objeto representado prima frente a la propia realidad. Va de lo general a lo particular, de lo universal a lo singular, hasta conseguir la imagen deseada. No se conforma con resultados obtenidos mediante simples copias de las piezas o elementos, sino que lo tamiza todo mediante una nueva interpretación y construcción de lo palpable. Y lo hace a través de la descomposición del espacio, los contornos, las sombras, los colores, la luz... Pero siempre partiendo de la propia abstracción.

Algunas de sus obras más conocidas son “Naturaleza muerta con guitarra”, “El mantel de cuadros”, “Bodegón con persiana”, “Guitarra y Pipa”, “Bodegón con botella de Burdeos”, “Guitarra y mandolina”, “Bodegón con guitarra, libro y periódico”, “Bodegón”, “El fumador”, “Mujer sentada”, “Botella y frutero”, “El tablero de ajedrez”, y un largo etcétera que completaría la magistral obra de este artista madrileño que supo ampliar fronteras con un vasto legado digno de figurar en los anales del arte, de la pintura y del cubismo.

Fdo. María Luisa Sánchez Vinader