Salomé de Cambra: el camino de la emoción
de CambraSalomé de Cambra. "The Way" (1). Óleo sobre madera (2015)
Salomé de Cambra nació en Lleida en 1962 y sus estudios se encaminaron hacia la Medicina donde se licenció en 1986 junto a una especialización en Medicina Preventiva y Salud Pública en 1990 y un Master en Administración de Negocios en New York a principios de los años 90. En la primavera de 2011 llegaba la primera exposición de Salomé de Cambra en Barcelona, a las que ha seguido posteriormente exposiciones en Berlín, Milán, New York o Londres. Pintora autodidacta desde la década de los años ochenta, el óleo sobre lienzo es el soporte y técnica preferidas de la artista cuya obra inicial, muestra ciudades y paisajes de Europa o África.
Salomé de Cambra. "The Forest" (5). Óleo y collage sobre lienzo (2016)
Retratos de personajes famosos realizados con un estilo muy característico por esta artista catalana que no altera la realidad hacen compañía a las escenas donde el deporte ha encontrado su sitio en la paleta y el pincel. Ella misma ha tratado de definir su obra como: “Wind, water y wrecks”. (viento, agua y naufragios), por ese motivo tanto la tramontana, como el gregal o el xaloc están presentes en sus cuadros, bañados por las aguas del mar y todas las actividades acuáticas, en la superficie o sumergidos que al final necesitan tanto del viento como del agua para poder disfrutarlas.
Salomé de Cambra. "The Forest (6)". Óleo y collage sobre lienzo (2016)
En la serie The Forest, Salomé de Cambra incorpora el collage, con plumas como elemento vivo e inesperado propio de la naturaleza, a una obra de estilo impresionista donde destacan las hortensias por sus volúmenes y barroquismo. Dicen que Salomé de Cambra ha aprendido, observando las obras que cuelgan en museos y en galerías, hojeando libros y experimentando gracias a su versatilidad, perseverancia y capacidad creativa. Se declara inspirada por los impresionistas españoles y franceses, los artistas barrocos flamencos y los contemporáneos.
Salomé de Cambra. "The Way" (5). Óleo sobre madera (2015)
Hoy la artista puede presumir de obras sutiles, aunque con fuerza, donde el arte conceptual o el figurativo tienen un hueco junto a las pinturas llenas de simbología e introspección. Su obra es esencialmente colorida, con contrastes dramáticos, pero sin estridencias, como la de la imagen superior que recuerda a las obras de la pintura catalana de finales del XIX. El objetivo de cada pintura de Salomé de Cambra, se producen en entornos marcados por la actividad humana que expresan una emoción vivida y recordada de tal importancia que siente el impulso de recrearla en un lienzo para transmitir ese estado de ánimo o emoción.
Salomé de Cambra: "The Way" (3). Óleo sobre madera (2015)
El óleo sobre lienzo de sus primeras obras ha dejado paso a técnicas novedosas en los últimos trabajos. Le gusta clasificar sus obras en colecciones independientes, donde destaca un estilo de pintura en concreto, ya sea abstracto con lienzos con capas tan gruesas que prácticamente se convierten en esculturas en bajorrelieve o encantadoras pinturas de paisajes neofigurativos, clasificado por tonalidades o incluso por contenido conceptual.
Salomé de Cambra. "The Way" (4). Óleo sobre madera (2015)
Desde escenas tranquilas y solitarias hasta las cargadas con exceso de estimulantes visuales. La capacidad para transmitir de Salomé de Cambra de forma evocadora las formas y texturas de espacios tan distintos como el fondo del mar, las montañas cubiertas de nieve salpicadas de esquiadores o los desiertos áridos de países plagados de conflictos retratados desde arriba como por satélite, hacen que los espectadores tengan la necesidad de explorar sus paisajes delicadamente pintados.
Salomé de Cambra. "The Way" (2). Óleo sobre madera (2015)
Considerada una de las artistas más dinámicas de la escena artística catalana, Salomé de Cambra demuestra tanto inventiva como talento en todos esos paisajes que lucen una precisión majestuosa, repleta de vida. La serie The Way refleja los pensamientos y emociones de la artista en 20 pinturas al óleo, mientras recorría el Camino de Santiago en Galicia y en los Pirineos. Son los ojos del peregrino los que trazan el camino. Andar, sentir y de pronto tropezar. ¡Un tesoro! (Salomé de Cambra).